Fuimos, tu y yo... fue una pasada, tomamos el tren en Terrassa y partimos rumbo a la ciudad condal, este trayecto nunca lo había hecho así, me encantó el dia estaba caluroso y muy iluminado, llevábamos los tickets comprados desde casa, con lo que no tuvimos que hacer colas para entrar, quedamos maravilladas con los miles de detalles de la fachada, las puertas, las rejas... todo es increíble, cuando entramos; ayudados por la música que adrede ponen para que te sientas en el cielo, pudimos ver... las columnas los vitrales, el espacio, la inmensidad de la basílica, impresionadas, eso de quedar con la boca abierta, la verdad es que es una experiencia que yo quería vivir contigo y fuimos como investigadoras buscando, al perro y la ardilla de la fachada; que finalmente y sin ayuda, encontramos.
