miércoles, 1 de septiembre de 2010

En Tierras vikingas.... vinos, ballenas y fiesta.

Mientras paseamos con Mayus y el Juanca por tierras vikingas, el divino Odiseo aún no llega a casa jajajaj..... hay como me ha costado avanzar con este libro; y eso que elegí una versión abreviada. La aventura partió con inconvenientes, el Juanca tenía el pasaporte vencido y después de desplegar tooodos sus encantos en el consulado de Chile, pudo conseguir una copia burda con la que pudo llegar dos días después de la triste despedida en el aeropuerto de Girona.


Fuimos a Sandefjord a la celebración del cumpleaños Nº 40 de Espen, la fiesta fue muy linda, conocimos gente entretenida, la Jime organizó una fiesta latina, había comida Mejicana, Chilena, Nicaraguense, hubo piñata para amenizar y música escogida por el festejado. Los amigos cariñosos como siempre, Auris y Cecita estaban en Chile, así que fuimos a interrumpir la luna de miel.

Visitamos el museo de la ballena de Sandefjord, mayus estaba muy impresionada con las filmaciones de la captura y los buques factoría faenando a estos gigantescos cetáceos.... ella no podía creer que a pesar de que esta actividad está regulada desde el año 48, hay países que siguen fomentando su captura..

Pudimos disfrutar un par de dias antes del cumpleaños, de la bonita experiencia de tomar el ferry con destino a Suecia, desembarcamos en el puerto de Stroemstad y dentro del barco al igual que toooodos los turistas de abordo, compramos la cuota de bebidas con alcohol, a diferencia de España, Chile o Francia, en Noruega no puedes comprar mas que una cuota por persona dentro del barco o el aeropuerto y el vino dentro de las ciudades lo maneja un monopolio que es administrado por el gobierno, además está prohibida la publicidad de las bebidas alcohólicas.... a mi, me parece muy bien, hummmm pero, que opinaría Dioniso de este medida tan impopular en tierras de su primo Odin jajajjaa

Sueño de una noche de Verano

Era la última luna llena del verano y a pesar de lo romántico de la foto, metros mas atrás dejamos a la familia, el cooler y los sanguchitos. El término del verano en Barcelona es abrupto, por eso nunca sabemos cuando será el último fin de semana que podamos disfrutar del sol.

Queríamos también ir a ver la luna llena cerca de unos molinos eólicos que hacen un ruido grande pero el tiempo pasó y no lo hicimos, Amaia, recuerdame de no dejar cosas pendientes ya??